Universidad de Portsmouth

El contrabando se ha convertido en un crimen económico global con consecuencias de gran alcance, y un nuevo estudio de la Universidad de Portsmouth revela cómo los influenciadores en las redes sociales están facilitando este comercio ilícito.

La investigación, basada en encuestas del Reino Unido a 2000 personas, estima que el 22 por ciento de los consumidores de entre 16 y 60 años que son activos en las redes sociales han comprado productos falsificados respaldados por influenciadores. Este estudio, publicado en la Revista de Comportamiento Deviante, marca la primera estimación de su tipo y resalta el impacto significativo que tienen estos influenciadores en la demanda de productos falsificados. Los investigadores descubrieron que los falsificadores están aprovechando la popularidad y la confianza de los influenciadores en las redes sociales para promocionar sus productos ilegales, lo que hace que sea más fácil que nunca para los consumidores encontrar y comprar productos falsificados.

Los productos falsificados representan una amenaza global masiva, con un valor anual de hasta $509 mil millones, que comprende el 2.5 por ciento del comercio mundial de mercancías. Este comercio ilegal resulta en pérdidas económicas significativas para las empresas legítimas debido a la violación de los derechos de propiedad intelectual y un aumento en las fábricas de falsificaciones con condiciones de trabajo explotadoras. También alimenta empresas criminales, compromete la seguridad nacional y apoya a grupos terroristas. Además, cada año se producen miles de muertes debido a medicamentos falsificados y existen riesgos derivados de cosméticos falsos, alimentos de baja calidad, juguetes, productos eléctricos y baterías. Abordar este problema complicado requiere una comprensión más profunda de las fuerzas que impulsan la demanda, lo cual incluye el uso de influenciadores en las redes sociales.

El estudio indica que el éxito de los influenciadores en las redes sociales radica en explotar ciertas características del consumidor que los hacen susceptibles a sus encantos. Factores clave incluyen una alta susceptibilidad a la influencia de otros digitales confiables, una baja conciencia del riesgo, un alto apetito por el riesgo y una tendencia a justificar compras moralmente cuestionables.

El profesor Mark Button, Director del Centro de Cibercrimen y Crimen Económico en la Facultad de Criminología y Justicia Penal de la Universidad de Portsmouth, dijo: "El comercio social es la nueva frontera para el marketing, y los influenciadores en las redes sociales son la nueva realeza. Los consumidores en este mercado a menudo se basan en recomendaciones remotas de terceros, y estos influenciadores han reemplazado cada vez más las propias evaluaciones de riesgo de compra de los clientes".

La investigación también sugiere que los consumidores jóvenes son los más propensos a caer en las tácticas persuasivas de estos influenciadores. Los hallazgos muestran que los adultos jóvenes de 16 a 33 años tienen tres veces más probabilidades de comprar productos falsificados respaldados en comparación con los consumidores mayores de 34 a 60 años. Los hombres representan el 70 por ciento de todos los compradores, siendo su tolerancia al riesgo y su susceptibilidad a los influenciadores los que contribuyen a esta alta prevalencia.

El Dr. David Shepherd, de la Facultad de Criminología y Justicia Penal de la Universidad de Portsmouth, dijo: "Los productos falsificados hieren y matan a cientos de miles de personas en todo el mundo. Las condiciones de trabajo en las fábricas falsificadoras son inseguras y los salarios son de subsistencia. No te dejes engañar por los influenciadores en las redes sociales. Instamos enérgicamente a todos a verificar los productos que respaldan. ¿Por qué están promocionando los productos? ¿Son demasiado baratos para ser verdad? ¿De dónde provienen? ¿Realmente quieres estar involucrado en un comercio explotador y mortal?".

Aunque esta investigación se centró en el Reino Unido, sus implicaciones son de gran alcance, considerando la naturaleza global del mercado de productos falsificados y la interconexión de las plataformas de redes sociales. A medida que los falsificadores encuentran nuevas formas de explotar las técnicas de marketing digital, existe una necesidad urgente de que los actores de la industria y las autoridades colaboren y combatan esta creciente amenaza.

El estudio también resalta el papel de las plataformas de redes sociales y las marcas legítimas en fomentar o desalentar el comercio de productos falsificados. Los investigadores piden un enfoque más sólido en la supervisión del contenido y los anuncios que aparecen en las plataformas de redes sociales, asegurando que las marcas legítimas no contribuyan inadvertidamente al mercado de productos falsificados.

La lucha contra los productos falsificados es un desafío multifacético que requiere un enfoque sistémico que involucre la educación del consumidor, regulaciones más sólidas y esfuerzos de cumplimiento más estrictos. Al abordar las causas fundamentales de la susceptibilidad del consumidor y dirigir las tácticas de marketing de influenciadores deviantes, las partes interesadas pueden trabajar juntas para frenar la propagación de productos falsificados y proteger a los consumidores de daños económicos, sociales y personales.

El profesor Button dice: "Este estudio plantea preocupaciones serias sobre el impacto del marketing de influenciadores deviantes en el comportamiento del consumidor, especialmente entre las poblaciones vulnerables. Es crucial que las marcas, los reguladores y las agencias de aplicación de la ley tomen medidas y perturben las actividades de estos influenciadores ilícitos y las redes que los respaldan".

*La investigación descubre cuatro características clave de los consumidores que los hacen susceptibles a los encantos de los influenciadores en las redes sociales deviantes:*

• *Alta susceptibilidad a la influencia*: los consumidores jóvenes de hasta 33 años son particularmente susceptibles al contenido en las redes sociales, especialmente cuando se trata de decisiones de compra. El estudio encuentra que los compradores de productos falsificados respaldados son dos veces más susceptibles a la influencia de amigos y las redes sociales, lo que indica un fuerte impacto en sus elecciones de compra.

Baja conciencia del riesgo: muchos consumidores, especialmente los adultos jóvenes, tienden a tener percepciones de riesgo más débiles. Son más propensos a pasar por alto consideraciones de calidad y seguridad al tomar decisiones de compra, lo que contribuye a su disposición a comprar productos falsificados.

Alto apetito por el riesgo: la investigación identifica una mayor tolerancia al riesgo entre los hombres adultos jóvenes, lo que los hace más propensos a correr riesgos en su comportamiento de compra.

Racionalización: se descubre que los consumidores jóvenes son más permisivos hacia las compras de productos falsificados, utilizando justificaciones como el alto precio de la marca o la calidad del producto para justificar sus acciones.

En última instancia, este estudio arroja luz sobre una problemática significativa en la intersección entre el mundo de las redes sociales y el comercio ilícito de productos falsificados. A medida que los influenciadores en las redes sociales ganan poder y confianza entre los consumidores, también aumenta su capacidad de influir en las decisiones de compra, incluso cuando se trata de productos falsificados. La necesidad de una colaboración más sólida entre las marcas, las plataformas de redes sociales y las autoridades reguladoras es evidente para combatir este creciente problema.

Para abordar eficazmente el comercio de productos falsificados, se requiere una combinación de educación del consumidor, regulaciones más estrictas y un esfuerzo conjunto de la industria y el gobierno. Las personas deben ser conscientes de los riesgos asociados con los productos falsificados, tanto en términos de calidad como de impacto económico y social. Las marcas legítimas deben ser más cuidadosas con su asociación con influenciadores y garantizar que no estén promocionando productos falsificados. Las plataformas de redes sociales deben implementar medidas más estrictas para supervisar el contenido y los anuncios que se presentan a los usuarios.

En última instancia, la lucha contra los productos falsificados es una tarea compleja que requiere la colaboración y el esfuerzo combinado de todas las partes involucradas. Solo a través de una acción colectiva y medidas preventivas sólidas podemos esperar reducir el impacto del comercio de productos falsificados y proteger a los consumidores de sus peligrosos efectos económicos y de salud.

En resumen, la investigación de la Universidad de Portsmouth pone de manifiesto la conexión entre los influenciadores en las redes sociales y el comercio de productos falsificados, revelando cómo estos influyen en las decisiones de compra de los consumidores. Este estudio llama la atención sobre la necesidad de medidas preventivas y colaborativas para abordar esta creciente amenaza global y proteger tanto a las marcas legítimas como a los consumidores de los efectos perjudiciales del comercio de productos falsificados.

By Michael Reyes

Amante de la República Dominicana, y cree en solo compartir los hechos y nada más que los hechos. Vive en NY, viaja a Miami, Los Ángeles y Santo Domingo con regularidad.