Un video que circula en las redes sociales muestra a una mujer desconocida en un hospital desconocido en República Dominicana.
En el video la mujer dice que dejaron morir a su tía porque no tenía 100.000 pesos. La mujer afirma que tenía 40.000 y que alguien le enviaría 40.000 y ella solo necesitaría 20.000 más pero en lugar de ayudar a su tía la dejaron morir. Video abajo.
El derecho a la salud no puede ser un negocio, no puede convertirse en planes y servicios según el bolsillo de cada quién. La privatización no puede ser una opción en un Estado de derecho. @luisabinader @raquelarbaje @RaquelPenaVice pic.twitter.com/qXxjQmVRbS
— Esther Girón (@esthergiron03) January 14, 2021
Se desconoce de qué murió la tía, o dónde, pero se plantea un problema importante que tiene el Sistema de Salud Dominicano.
No parece que ningún médico o ningún hospital de República Dominicana entienda o sepa lo que es el juramento hipocrático.
El juramento hipocrático es un juramento que la mayoría de los países civilizados obligan a sus médicos a jurar y seguir el juramento, el juramento promete no herir a pacientes o injusticias.
Negar la ayuda de un paciente o no intentar salvar su vida por falta de dinero es una injusticia.
Alguien no debería tener que morir porque son pobres, alguien no debería tener que morir porque el hospital no quiere tener que preocuparse por una deuda.
Muchos hospitales en Estados Unidos y Europa por ejemplo tienen fondos reservados para ayudar a los pobres, en caso de que un paciente no pueda pagar un procedimiento médico.
Cuando tenía 23 años necesitaba que me sacaran el apéndice, si no me sacaban me moriría Tenía trabajo pero no seguro médico. Fui al Hospital Brookdale en Brooklyn NY, y un mes después de mi cirugía recibí una factura por correo. El monto de la factura, 0 dólares. Una nota que decía que mi factura fue pagada por un fondo reservado para pacientes como yo sin seguro médico. Si hubiera estado en la República Dominicana probablemente no estaría escribiendo esto hoy porque estaría viviendo en un cementerio en alguna parte.
Si eres hombre o mujer en la República Dominicana con un diploma en medicina. No eres un Doctor en mis ojos a menos que prestes el juramento hipocrático.
A continuación se muestra el juramento traducido del inglés al español.
Juro por Apolo el médico, Asclepio, Higía y Panacea y todos los dioses y diosas como testigos míos, que, según mi capacidad y mi juicio, cumpliré este Juramento y este contrato:
Tener al que me enseñó este arte en ser tan querido para mí como a mis padres, ser un compañero en la vida con él y satisfacer sus necesidades cuando sea necesario; examinar a sus descendientes como iguales a mis propios hermanos, y enseñarles este arte, si desean aprenderlo, sin honorarios ni contrato; y que mediante las reglas establecidas, las conferencias y cualquier otro modo de instrucción, impartiré un conocimiento del arte a mis propios hijos, a los de mis maestros y a los estudiantes sujetos a este contrato y que hayan prestado este juramento a la ley. de la medicina, pero a nadie más.
Utilizaré los regímenes dietéticos que beneficiarán a mis pacientes de acuerdo con mi mayor capacidad y criterio, y no les haré daño ni les haré injusticia.
No daré una droga letal a nadie si me lo piden, ni aconsejaré tal plan; y de igual manera no le daré a una mujer un pesario para causar un aborto.
Con pureza y de acuerdo con la ley divina cumpliré mi vida y mi arte.
No usaré el cuchillo, ni siquiera con los que sufren de piedras, pero dejaré esto a quienes estén capacitados en este oficio.
En los hogares a los que vaya, entraré en beneficio de los enfermos, evitando cualquier acto voluntario de deshonestidad o corrupción, incluida la seducción de mujeres u hombres, sean hombres libres o esclavos.
Todo lo que vea o escuche en la vida de mis pacientes, ya sea en relación con mi práctica profesional o no, de lo que no se debe hablar afuera, lo mantendré en secreto, ya que considero que todas esas cosas son privadas.
Mientras mantenga este Juramento fielmente y sin corrupción, que se me conceda participar plenamente de la vida y la práctica de mi arte, ganándome el respeto de todos los hombres para siempre. Sin embargo, si transgredí este Juramento y lo violé, que mi destino sea lo contrario.