Los tres hombres que fueron declarados culpables de matar a un hombre negro de Ahmaud Arbery en Georgia, EE. UU., mientras corría, han sido condenados a cadena perpetua.
Al que disparo Travis McMichael, de 35 años, y a su padre de 66 años, el ex policía Gregory McMichael, se les dijo que pasarían el resto de sus vidas tras las rejas sin posibilidad de libertad condicional. A pesar de que nunca podrán ser liberados, a ambos también se les otorgaron 20 años adicionales para ejecutarse consecutivamente por un cargo de agresión con agravantes menores.
Su vecino William “Roddie” Bryan, de 52 años, también recibió cadena perpetua, pero con la posibilidad de libertad condicional, que solo puede solicitar después de cumplir 30 años, cuando tenga 82.
“Ahmaud Arbery fue perseguido y baleado”, dijo el juez Timothy Walmsley a los tres asesinos.
Los testigos en la sala del tribunal dijeron a los medios locales que los tres no mostraron emoción cuando se leyeron sus sentencias.