Banco Central

Abrir una cuenta bancaria en la República Dominicana sin tener empleo es prácticamente imposible. Esta situación afecta a muchas personas que desean tener una cuenta bancaria para ahorrar dinero adecuadamente, a pesar de no contar con un trabajo remunerado. En mi experiencia como residente de este país, he sido testigo de cómo muchas personas se ven imposibilitadas de abrir una cuenta bancaria debido a la falta de empleo.

Permítanme contarles la historia de una joven de 22 años, estudiante, quien recibe dinero de su padre que reside en los Estados Unidos para su sustento y el pago de sus facturas. Imaginemos que esta joven se llama Laura. Tanto Laura como su padre podrían ahorrar tiempo y dinero si ella tuviera una cuenta bancaria. Las remesas enviadas por su padre podrían ser depositadas directamente en su cuenta, en lugar de que ella deba hacer largas filas en el banco para retirar el dinero.

Laura, al igual que muchas otras personas en esta situación, se enfrenta a desafíos significativos. Ella se preocupa constantemente por su seguridad, ya que lleva consigo una suma de entre 30,000 y 60,000 pesos en efectivo después de retirar el dinero del banco. Temerosa de que alguien pueda seguirla después de salir del banco, vive con miedo dentro de su propio hogar. Esta inseguridad afecta su calidad de vida y su tranquilidad mental.

Es comprensible que los bancos tengan regulaciones y requisitos para abrir una cuenta, ya que buscan salvaguardar los intereses de sus clientes y evitar prácticas ilegales. Sin embargo, es importante reconocer que la falta de empleo no necesariamente se traduce en pobreza. Muchas personas en la República Dominicana tienen fuentes de ingresos diversas y legítimas, como el apoyo financiero de familiares en el extranjero.

Es crucial que las instituciones financieras revisen sus políticas y consideren otras formas de evaluar la capacidad de las personas para abrir una cuenta bancaria. Por ejemplo, podrían tener en cuenta el historial crediticio, la fuente de ingresos o incluso requerir una referencia personal. De esta manera, se brindaría la oportunidad a personas como Laura de acceder a los servicios bancarios y disfrutar de los beneficios que estos ofrecen.

Además de los beneficios de seguridad y conveniencia, tener una cuenta bancaria permitiría a Laura y a su padre llevar un registro claro de sus transacciones y gastos. Podrían ahorrar tiempo y dinero al no tener que hacer largas filas en el banco y, a su vez, podrían evitar los riesgos asociados con el manejo de grandes sumas de efectivo.

Es fundamental que los bancos en la República Dominicana comprendan las necesidades de las personas que no tienen empleo formal, pero que aún así tienen ingresos legítimos y la intención de ahorrar y administrar su dinero de manera responsable. La inclusión financiera es un componente clave para fomentar el desarrollo económico y social en nuestro país.

Esperemos que en el futuro cercano se implementen medidas y políticas que permitan a personas como Laura abrir cuentas bancarias sin necesidad de demostrar empleo, brindándoles la oportunidad de ahorrar, proteger su dinero y mejorar su calidad de vida.

By Michael Reyes

Amante de la República Dominicana, y cree en solo compartir los hechos y nada más que los hechos. Vive en NY, viaja a Miami, Los Ángeles y Santo Domingo con regularidad.