La tensión entre los países miembros de la OTAN y Rusia aumenta día tras día. El martes pasado, el ejército estadounidense tuvo que derribar un dron de vigilancia MQ-9 Reaper en el Mar Negro tras un encuentro con aviones de guerra rusos, lo que llevó a los británicos y alemanes a enviar jets para interceptar a dos aviones rusos que volaban cerca del espacio aéreo de Estonia solo horas después.
Los cazas Typhoon de las dos naciones de la OTAN fueron enviados para escoltar un avión cisterna IL78 Midas ruso de aire a aire después de que no pudieran comunicarse con los controladores de tráfico aéreo en Estonia, según anunció el miércoles el Ministerio de Defensa británico.
El Reino Unido y los cazas alemanes formaron parte de una misión conjunta de la OTAN de policía aérea, lo que marca la primera vez que los dos miembros de la alianza lo hacen juntos.
El ministerio enfatizó que la intercepción del Il78 Midas que volaba entre San Petersburgo y Kaliningrado fue rutinaria.
"La OTAN sigue siendo la piedra angular de nuestra seguridad colectiva", dijo el ministro de las Fuerzas Armadas, James Heappey. "Esta implementación conjunta del Reino Unido y Alemania en los países bálticos demuestra claramente nuestra resolución colectiva para desafiar cualquier posible amenaza a las fronteras de la OTAN, mientras demostramos nuestra fuerza combinada", añadió.
El hecho ocurrió después de que el MQ-9 Reaper fuera derribado en aguas internacionales tras el encuentro con dos aviones de guerra rusos que chocaron con la hélice del dron.
La tensión entre Rusia y la OTAN parece haber llegado a un punto crítico. Este incidente muestra que la situación se está volviendo cada vez más peligrosa y que ambas partes deben mantener la calma y trabajar juntas para evitar conflictos innecesarios.