Flossie, nacida en Gran Bretaña, ha establecido un nuevo récord como el gato vivo más viejo del mundo.
Guinness World Records ha otorgado oficialmente el título a la felina, que nació en 1995, por lo que tiene 27 años.
La gata ha tenido varios dueños durante su vida, pero actualmente reside en el sureste de Londres.
Su nuevo dueño dice que está en muy buena forma para su avanzada edad.