La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado una alerta por un "alto riesgo de peligro biológico" en Sudán después de que uno de los bandos en el conflicto armado haya tomado posesión de un laboratorio público central con muestras de sarampión y polio, lo que ha generado una situación "extremadamente peligrosa".
El Dr. Nima Saeed Abid, asignado como representante de la OMS en Sudán desde el 4 de agosto de 2020, hizo estas declaraciones ante la prensa en Ginebra, Suiza, a través de una videollamada. "Hay un gran riesgo biológico asociado con la ocupación del laboratorio de salud pública central… por una de las partes en conflicto", dijo Abid, según informó la agencia de noticias Agence France-Presse.
Abid también añadió que, hasta la fecha, al menos 459 personas habían muerto y 4.072 habían resultado heridas en los enfrentamientos en Sudán, según Reuters. El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, anunció el lunes por la noche que había ayudado a negociar una nueva tregua de 72 horas.
La tregua sería una extensión del cese al fuego nominal de tres días por las fiestas religiosas. Las fuerzas militares sudanesas, comandadas por el general Abdel Fattah Burhan, y las fuerzas rivales de apoyo rápido, un grupo paramilitar liderado por el general Mohammed Hamdan Dagalo, anunciaron el martes que observarían la tregua.
En anuncios separados, dijeron que Arabia Saudita había desempeñado un papel en las negociaciones. "Esta tregua tiene como objetivo establecer corredores humanitarios que permitan a los ciudadanos y residentes acceder a recursos esenciales, atención médica y zonas seguras, al mismo tiempo que evacuan las misiones diplomáticas", dijo RSF en un comunicado. El anuncio del ejército usó un lenguaje similar, añadiendo que cumplirán con la tregua "a condición de que los rebeldes se comprometan a detener todas las hostilidades".
Sin embargo, estas afirmaciones se vieron inmediatamente desmentidas por el sonido de intensos disparos y explosiones en la capital, Jartum, y se informó de que los enfrentamientos continuaron. Los residentes afirmaron que los aviones de guerra estaban sobrevolando la zona, según informó The Associated Press. Varios cese al fuego anteriores declarados desde el inicio de los enfrentamientos el 15 de abril no se cumplieron, aunque las treguas intermitentes durante las fiestas religiosas permitieron la dramática evacuación de cientos de diplomáticos, trabajadores humanitarios y otros extranjeros por aire y tierra. Para muchos sudaneses, la partida de los extranjeros y el cierre de embajadas es una señal aterradora de que las potencias internacionales esperan que los enfrentamientos empeoren, lo que ya ha llevado a la población al desastre.